sábado, 16 de marzo de 2013

25 de Febrero,

Llegamos a la estación de Loiu, Bilbao a eso de las 17:30, un poco pronto para la hora a la que teníamos el vuelo 21:55 pero bueno había que prevenir por que el temporal  apuntaba a que las carreteras podrían estar en mal estado, cosa que no paso pero bueno.
Allí la espera fue nerviosa, con muchas ganas. Nos tomamos un último café en el bar, arrasando con sobres de sacarina anteponiéndonos a lo que nos esperaría en un futuro próximo.
Llego la  hora, subimos al avión, como no, con la peor pesadilla de Borja, un niño pequeño tocalo todo, sorprendentemente no le molesto o por lo menos no dijo palabra.

Llegamos a Londres , bajamos del avión rodeados de una marabunta que se precipitaba con prisa y nerviosismo hacia alguna parte que desconocíamos pero nos dejamos llevar, acabamos subiendo a un metro  y bajando en la primera parada arrastrados de nuevo por la gente, gracias a Dios nos llevaron al lugar correcto, una especie de control  antes de llegar a recoger nuestras apreciadas maletas. Había unas seis filas llenas de gente con maletas, un hombre de uniforme grito algo que no entendimos pero que hizo reaccionar a la gente y  cada uno se coloco en la fila que le correspondía, estábamos perdidisimos, no teníamos ni idea de en cual ponernos, le gente de nuestro vuelo se había dividido. Oímos un hilo de voz que sonaba a español, de puta madre pensamos, le preguntamos y nos explico que la filas se dividían en pasaportes electrónicos y normales.

A todo esto aclarar que es la primera vez que viajamos a un país de habla inglesa y que nuestro nivel de ingles es bastante escaso por no decir muy escaso.

Bien, nos pusimos en una de las filas y después de que comprobaran nuestro pasaporte fuimos a recoger nuestras maletas sin ningún altercado.
Ya estamos en el aeropuerto de Stansted y apenas hemos recogido la maleta y ya nos queremos deshacer de ellas e ir a cenar. Buscamos como locos en todo el aeropuerto y ni rastro del guarda equipaje, hasta que después de media hora lo localizamos justo al lado de donde habíamos salido.
Nos cobraron 15 Libras por las 2 maletas grandes, la verdad es que fue un error dejarlas, no lo recomiendo, muy caro para lo que es, se puede estar muy cómodamente con las maletas en el aeropuerto. De ahí al Burger King unas 14 libras 2 menús sencillitos.

Después de cenar nos acomodamos en el bar “Costas”, un bar muy acogedor con sofás muy cómodos y una decoración bastante acorde para pasar ahí la noche, entre tés y mas tés.
Ahí conocimos a un Gaditano que viajaba solo sin un futuro claro ni si quiera a corto plazo. Había conocido a una chica por internet que la acogería en su casa en Tottenham y le ayudaría a encontrar  trabajo. Pero el tío no sabía ni como llegar y la chica no le cogía el teléfono. Lo más  gracioso era que casi nos costaba más entenderle a él que a los ingleses.

Y siguió la espera…


                                                                                       












     Bar  Costa



El primer café


                                                     











   El baño del aeropuerto

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