Llegamos a la estación de Loiu, Bilbao a eso de las 17:30,
un poco pronto para la hora a la que teníamos el vuelo 21:55 pero bueno había
que prevenir por que el temporal
apuntaba a que las carreteras podrían estar en mal estado, cosa que no
paso pero bueno.
Allí la espera fue nerviosa, con muchas ganas. Nos tomamos
un último café en el bar, arrasando con sobres de sacarina anteponiéndonos a lo
que nos esperaría en un futuro próximo.
Llego la hora,
subimos al avión, como no, con la peor pesadilla de Borja, un niño pequeño
tocalo todo, sorprendentemente no le molesto o por lo menos no dijo palabra.
Llegamos a Londres , bajamos del avión rodeados de una
marabunta que se precipitaba con prisa y nerviosismo hacia alguna parte que
desconocíamos pero nos dejamos llevar, acabamos subiendo a un metro y bajando en la primera parada arrastrados de
nuevo por la gente, gracias a Dios nos llevaron al lugar correcto, una especie
de control antes de llegar a recoger nuestras
apreciadas maletas. Había unas seis filas llenas de gente con maletas, un
hombre de uniforme grito algo que no entendimos pero que hizo reaccionar a la
gente y cada uno se coloco en la fila
que le correspondía, estábamos perdidisimos, no teníamos ni idea de en cual
ponernos, le gente de nuestro vuelo se había dividido. Oímos un hilo de voz que
sonaba a español, de puta madre pensamos, le preguntamos y nos explico que la
filas se dividían en pasaportes electrónicos y normales.
A todo esto aclarar que es la primera vez que viajamos a un
país de habla inglesa y que nuestro nivel de ingles es bastante escaso por no
decir muy escaso.
Bien, nos pusimos en una de las filas y después de que
comprobaran nuestro pasaporte fuimos a recoger nuestras maletas sin ningún
altercado.
Ya estamos en el aeropuerto de Stansted y apenas hemos
recogido la maleta y ya nos queremos deshacer de ellas e ir a cenar. Buscamos
como locos en todo el aeropuerto y ni rastro del guarda equipaje, hasta que
después de media hora lo localizamos justo al lado de donde habíamos salido.
Nos cobraron 15 Libras por las 2 maletas grandes, la verdad
es que fue un error dejarlas, no lo recomiendo, muy caro para lo que es, se
puede estar muy cómodamente con las maletas en el aeropuerto. De ahí al Burger
King unas 14 libras 2 menús sencillitos.
Después de cenar nos acomodamos en el bar “Costas”, un bar
muy acogedor con sofás muy cómodos y una decoración bastante acorde para pasar
ahí la noche, entre tés y mas tés.
Ahí conocimos a un Gaditano que viajaba solo sin un futuro
claro ni si quiera a corto plazo. Había conocido a una chica por internet que
la acogería en su casa en Tottenham y le ayudaría a encontrar trabajo. Pero el tío no sabía ni como llegar
y la chica no le cogía el teléfono. Lo más gracioso era que casi nos costaba más
entenderle a él que a los ingleses.
Y siguió la espera…
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